Paulino, 26 de agosto de 2013
Él es un bebé de tórtola, que fue encontrado debajo de un árbol con una herida en una de sus alas. Si no hubiera sido rescatado esa misma noche habría muerto.
Lo han estado cuidando durante dos semanas, dándole de comer porque aún no sabía hacerlo solo.
Ya está recuperado de su herida y sabe comer por él mismo. Le falta aún que le crezca la cola y las plumas de sus alas, pero en Santuario Gaia le cuidaremos hasta que pueda volar libre por todo el cielo.
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