DESCANSA EN PAZ MIREIA
Mireia llegó hace más de un año al Santuario. Había sido explotada por su leche, sufriendo en cada parto el que le arrebataran a sus hijos para que no se tomaran la leche que le correspondía a ellos y no a los humanos.
Durante el tiempo que ha vivido en el Santuario ha sido muy feliz, iba siempre a su aire y hacía lo que quería. Cuando salíamos a pastar por el monte con todos, siempre era la última en volver, porque le encantaba adentrarse por el bosque sola.
Hace unos meses se le detectó un tumor y problemas hepáticos, y desde entonces ha estado muy cuidada. Estas últimas semanas ha vivido con nosotros en la casa, y a pesar de que ella siempre había sido muy distante, desde que cayó enferma le gustaba estar acompañada por nosotros y recibir mimos.
Esta mañana no se podía levantar, pero no sufría, estaba bien, tranquila. Incluso nos hemos sentado a su lado todos hablando de su estado, y que lo que teníamos que hacer era mimarla aún más, y precisamente, sin esperarlo, ha cerrado sus ojos y nos ha dejado.
Ojalá todos los animales que llegan al Santuario pudieran morir así, acompañados y llenos de amor y tranquilidad. la mayoría de los que vienen han sido explotados durante muchos años, y llegan con secuelas muy graves, con problemas de salud. Han sido desechados por su edad o por no ser productivos, y nuestra misión es devolverles la dignidad que le arrebataron otros humanos.
Gracias por este tiempo que nos has regalado junto a ti, gracias por habernos regalado tu confianza, y sobre todo tu amistad.
TE QUEREMOS MIREIA, DESCANSA EN PAZ
Comentarios cerrados.