Con motivos de las fechas navideñas, el consumo de animales se dispara y Magdalena fue una de esas víctimas. Un empresario catalán la compró con tan solo mes y medio de vida para que sus empleados jugaran a cogerla, y el ganador se la llevaría para comer en navidad. Por suerte para Magdalena, todos los empleados se negaron a realizar tal juego con ella y llamaron rápidamente al Santuario, para poderla traer y salvar así su vida.
Aunque en la granja donde estuvo le mutilaron su cola y le arrancaron los colmillos, tratándola peor que a un objeto, ya que a los objetos no se les hacen estas barbaridades, ha conseguido perdonar a los humanos y es una cerda feliz. Es la más cariñosa de todos los cerdos que viven aquí. Desde el momento en que llegó y vio a Alberto en casa, no se ha separado durante todo este año de él. Duermen juntos y cuidan uno del otro, menos a la hora de la comida, que ahí no hay amigos 🙂
En este vídeo podrás ver el día de su llegada y lo rápido que se hizo amiga de Alberto y lo que ha cambiado:
La llegada de Magdalena al Santuario Gaia from Santuario Gaia on Vimeo.
Gracias por este año que nos has regalado. Te queremos preciosa <3
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