El momento que más disfrutamos los animales humanos que estamos en el Santuario, es cuando salimos por la tarde a pastar con ellos, ya que es cuando hemos terminado el trabajo que realizamos durante el día y comentamos como ha ido todo, a la vez que disfrutamos viendo felices al resto de habitantes.
Halloween vuelve a llevar una campana porque cada vez que viene un habitante nuevo que tiene que vivir en la casa donde viven los fundadores del Santuario para que tenga las mejores atenciones, se estresa y le salen eccemas. Y ahora como vive Javi, el cerdito, pues está otra vez estresado.
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