Ayer vivimos un momento muy bonito con Lidia, la yegua

Ismael, uno de sus cuidadores, estuvo cortando un poquito la melena a Victoria y cepillándola, pero claro, Samuel como también quería, pues lo tuvo que cepillar a él.

Cuando los demás lo vieron, como siempre, Vero, Adam, Rubén y Fabiola también pidieron su sesión de peluquería. Y si, aunque os asombre, a Fabiola que es una oveja le encanta que la cepillen, se queda inmóvil mientras le pasas el cepillo por todos sitios, y si paras te sigue. Durante todo el tiempo Lidia no paraba de mirar inquieta.

Cuando Ismael terminó por cansancio, se sentó en el suelo a mirarlos un rato. Samuel como de costumbre se puso a su lado, pero cual fue su sorpresa, que de repente oyó como se acercaba por detrás Lidia, que siempre tiene mucho miedo y no se deja tocar más de dos segundos. Su cuidador se puso a hablarle con cariño, entonces Lidia se acercó tanto que puso su cabeza pegada a la de Ismael. En ese momento le enseñó el cepillo y al no asustarse ella, se puso en pie y comenzó a cepillarla por todo el cuerpo.