Ayer llevamos a Tamara al Hospital Veterinario de la UAB para hacerle una revisión con el traumatólogo para valorar si hay algún tratamiento para la deformación de sus extremidades.
Cuando llegó desde Mallorca tenía una infección en el ombligo. Esto suele pasar en las granjas cuando no hay higiene y los recién nacidos se ensucian el cordón umbilical con las heces de los demás animales.
Aunque aparentemente ya estaba curada, ayer descubrieron en el Hospital que tenía una bolsa de pus dentro. Se lo drenaron y desinfectaron y ahora está con antibiótico. Si en 15 días no mejora tendrán que operarla.
Después de visitarla el traumatólogo, nos han comentado que la malformación de sus extremidades es de nacimiento y que no se puede hacer nada, salvo que esté en una silla de ruedas.
Estamos muy preocupados porque las infecciones en el ombligo son muy graves y más después de las desgracias que hemos pasado esta última semana. Pero somos conscientes que los animales que acogemos vienen en muy mal estado y somos su única esperanza, donde pueden recibir todas las atenciones que están en nuestras manos.
Ellos nos necesitan y no pararemos, porque lo que no vamos a hacer es dar la espalda a los animales que están mal por pensar en lo que vamos a sufrir nosotros.
Por un mundo vegano
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