Leo

Leo estaba atado de sus patas en una ventana, sin poder moverse nada. Un caso de maltrato en el que se tuvo que actuar rápido.

Cuando nos avisaron nos dijeron que era una gallina y sin ninguna duda les dijimos que sí podía venir. Pero al llegar vimos que era un gallo, lo cual en estos momentos nos supone un problema. Los gallos son muy territoriales y son capaces de matarse entre ellos, si llega un nuevo miembro. Nos queda ahora una labor de adaptación compleja, pero ahora todo lo posible para que se adapta y todos convivan sin problemas.

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