Gallinas usadas para producción de huevos
Las gallinas utilizadas para la producción de huevos son una de las especies de las que más se abusa de todos los animales considerados de granja. En España, para satisfacer la demanda del consumidor de huevos, 40 millones de gallinas produjeron 820 mil toneladas de huevos en 2012. Desde el nacimiento hasta el sacrificio, las gallinas ponedoras son sometidas a la mutilación, confinamiento y privación de la capacidad de vivir sus vidas como animales sociales y activos que son.
Debido a que los pollitos machos no son válidos para poner huevos y, por lo tanto, tienen poco valor para la industria del huevo, millones mueren cada año tras la eclosión. Los métodos incluyen ser absorbidos a través de una serie de tubos para ser molidos vivos en un triturador y plenamente conscientes, o gaseados.
A las pollitas hembras se les corta el pico a una edad temprana, con una cuchilla caliente. El corte del pico es para evitar las heridas provocadas por picotazos que resultan por el hacinamiento en las jaulas por batería. El pico del pollito está lleno de nervios, y esta mutilación provoca un dolor agudo y posiblemente crónico. En ocasiones, debido a la amputación del pico, no pueden coger el alimento.
El 95% de las gallinas ponedoras pasan sus vidas en jaulas en batería. Las jaulas en batería comúnmente tienen entre 5-10 aves. Su roce constante entre ellas y con los alambres de la jaula, hace que sufran una pérdida grave de plumas y que sus cuerpos estén cubiertos de contusiones y abrasiones.
Las gallinas ponedoras han sido seleccionadas genéticamente e inducidas artificialmente para obtener una alta producción de huevos, produciendo más de 250 huevos al año, en lugar de los 20 a 30 huevos que produciría en condiciones naturales.
La muda forzada es una práctica utilizada para aumentar la “vida económica” de las gallinas ponedoras en las granjas, simulando un invierno express, después de la cual, se puede aumentar algo la producción.
Esta práctica se basa en dejar a oscuras y sin comida a las gallinas por un período de dos semanas, tras el cual, las gallinas sobrevivientes han perdido una media del 28% de peso corporal. Además, cuando la falta de comida no les genera suficiente estrés como para forzar la muda, se les deja de suministrar agua hasta tres días.
Las gallinas tienen una esperanza de vida de 15 años, pero en la industria del huevo cuando disminuye la producción después de 1-2 años, son enviadas al matadero.
Los productores a menudo eligen matarlas por gaseamiento con altas concentraciones de dióxido de carbono. En algunos casos, el gas no mata a las aves, y se pueden encontrar gallinas vivas arrastrándose en los vertederos entre montones de cadáveres de otras gallinas en descomposición.
Las gallinas utilizadas para los llamados huevos ecológicos o de gallinas camperas, tienen el mismo final que el de la industria intensiva, el matadero. la única diferencia es que reciben una alimentación ecológica y en alguna ocasión se les permite salir a un pequeño recinto.
Pollos usados para la Carne (broilers)
Según fuentes de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), en el año 2007 fueron enviados al matadero 560 millones de pollos para satisfacer la demanda de carne en España. Estos pollos sociales y curiosos, son tratados simplemente como unidades de producción, criados y alimentados para obtener un crecimiento anormalmente rápido y sin consideración por su bienestar. El gran tamaño resultante contribuye significativamente al sufrimiento, la enfermedad y la muerte prematura.
Los pollos broilers son seleccionados genéticamente para obtener un «peso de mercado» lo más rápidamente posible. En los últimos 50 años, el consumo de pollo ha aumentado en más del 300%.
Los pollos en la industria de la carne suelen pasar sus vidas confinados en naves que pueden albergar hasta 20.000 pollos por nave. En promedio, el espacio por pollo es sólo ligeramente más grande que una hoja de papel tamaño carta. Este hacinamiento puede provocar arañazos y llagas en los pollos.
Un estudio de 2006 encontró que el 55% de pollo crudo comprado en supermercados contenía arsénico, que se sabe que causan cáncer en los seres humanos. El arsénico se añade a la alimentación de aproximadamente 70% de los pollos criados cada año porque se cree para promover el crecimiento.
Debido a la alta densidad de pollos en las naves, el suelo está cubierto por capas de excrementos, que provoca un alto nivel de amoniaco, resultante de la descomposición de las heces, lo que causa problemas de salud para los pollos, sobre todo respiratorios.
Las luces se mantienen encendidas casi constantemente en los edificios donde están confinados los pollos, para estimular una alimentación antinatural y un rápido crecimiento. Esto impide que los pollos puedan dormir y descansar, lo cual conduce a graves problemas de salud.
Pollos transportados al matadero
Los estudios han demostrado consistentemente que aproximadamente el 26-30% de los pollos de engorde sufren dificultad para caminar, debido a que sus esqueletos tienen problemas para soportar el peso de sus cuerpos que han crecido tan rápidamente. Esto también ocasiona deformidades y cojeras.
El rápido crecimiento de los pollos de engorde es a menudo asociada con la insuficiencia cardíaca aguda. Los corazones y pulmones de las aves de rápido crecimiento no son capaces de obtener efectivamente de oxígeno. Este problema es la causa principal de muerte en los pollos broilers.
Con tan sólo 42 días de edad, son enviados al matadero, siendo aún pollitos, aunque sus cuerpos son de adultos gigantes. Todavía pían como pollitos cuando se matan
.
Cuando llegan al matadero se cuelgan de sus extremidades posteriores. Las anillas de sujeción son de tamaño estándar y en muchas ocasiones demasiado pequeñas para extremidades tan gruesas, provocándoles un grave dolor. A continuación se les hace pasar por un baño de agua electrificada para aturdirlos antes de degollarlos.
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