Desde el día que legó al Santuario y conoció a Jud, no se ha separado un solo día de ella, y no solo eso, sino que la ha ayudado a criar a sus 8 hijos que no eran de él.
Hoy, como cada mes, hemos arreglado las pezuñas a Brisa, ya que le crecen con malformación y eso le crea cojera.
No se puede defender lo que no se ama, y no se puede amar lo que no se conoce. Es por eso que en Santuario Gaia trabajamos para daros a conocer como son los animales que son utilizados para el consumo de los humanos.